miércoles, 5 de diciembre de 2007

Videodrome

De camino hacia la noche larga. 2-3 de la madrugada. ¿Cuántos canales? No los conté, mas de 100 por lo menos. Las ventanas cerradas, la luz apagada, el aire acondicionado, la puerta del baño, el espejo, los gemidos al otro lado, el jabón del hotel. Una isla artificial en medio del pueblo pintoresco.
Todo está listo, la maleta empacada, los zapatos al borde de la cama, la llave de la habitación sobre la mesa. Nos vamos pronto. ¿Cuántas habitaciones como está existirán en el mundo? tan indiferentes al ir y venir, tan cómodas y funcionales
La falta de sueño me lleva a pasear por los canales. Me doy cuenta de lo mucho que cambió el cable desde que dejé de ver televisión. Bueno decir cambió es demasiado. Hay nuevas aberraciones gráficas, edición vertiginosa, plasticidad exacerbada, segmentación extrema de públicos etc etc. Lo mismo pero distinto.
Algunos videos musicales hacen pasar el tiempo. Por alguna razón la música suena particularmente bien, al menos a estas horas. Hasta dan el video de Closer (sin censura). La verdad es muy pero muy bueno aunque la canción sea tan boba y adolescente.
No-cederéis -ante-la-manipulación-audiovisual.
Mi conciencia o lo que sea me recuerda constantemente que todo esto es una auténtica porquería.
Concursos de un sexismo casi surrealista y risible. Antiguas animaciones de Internet elevadas a estatus de serie televisiva, talk shows franceses con gente muy seria que no para de hablar en ningún momento, programas italianos que parecen de hace 15 años y MTV latino, siempre MTV, ese reflejo de las ínfulas de la clase media latinoamericana. Merito indiscutible de la vil cadena: tomar cualquier porquería vieja y/o rancia y venderla como algo cool a los desprevenidos y/o indiferentes.

*Algunas presentadoras de Televisión Española son muy hermosas pero nunca duran lo suficiente en pantalla.
*Las películas softcore de los ochenta tienen planos rebuscados y una cámara lenta excesivamente kitsch que sabotea cualquier posibilidad de erotismo
*Los programas venezolanos son casi post apocalipticos en su estupidez. Ahora entiendo mejor a Huguito, debería quitarle la concesión a TODOS los putas canales

Quería irme, ya no. Ahora solo quiero pasar y pasar canales toda la noche, todo el día si es posible. Adentro de una burbuja reconfortante de estupidez simpática -exasperante, Entre más algo está diseñado para no pensar, más me pone a pensar. Qué tic molesto.
Alguien debería escribir un libro con sus impresiones en tiempo real mientras ve televisión. Periodismo gonzo de sofá y control remoto.
Dentro de un par de horas no me acordaré de nada. Aunque hago una nota mental: volver a poner cable, me doy cuenta de que es un entusiasmo pasajero exacerbado por la distancia, el aburrimiento y la falta de sueño. Tal vez en otro de esos peregrinajes por moteles, hoteles y cabinas me vuelva encontrar de nueve con ese agujero negro de canales infinitos y luego poco a poco me empiece a aburrir . Además, con cable en el cuarto me daría miedo convertirme en analfabeto. 2 páginas de Proust zzzzzz, zaping, zaping, zaping, un cuento de Borges zzzzz zaping, zaping zaping y después se acaban las páginas y solo queda el zaping y las 2 de la mañana y el quejido de qué mierda, que porquería la tv etc

2 comentarios:

werte dijo...

Hay que yo sepa no un libro pero sí un artículo en tiempo real sobre la tv, me refiero a uno de Carlos Correas que está en Ensayos de tolerancia (edit. Colihue). Es un artículo corto pero potente, bah, con el estilo preciso, desafectado y abrasivo de Correas. Un artículo por encargo para el que, según cuenta, se tuvo que comprar una tv en blanco y negro y registra su experiencia de veinticuatro horas seguidas frente a la caja.

cotox dijo...

Suena intrigante, a buscar entonces