martes, 25 de septiembre de 2007

Videos Políticamente Incorrectos Pt2

France Gall- J'ai retrouvé mon chien




Cuando el pop se permitía ser raro y perverso de vez en cuando

lunes, 24 de septiembre de 2007

Videos Políticamente Incorrectos Pt 1

Camisas sin planchar

La estupidez, el hastío, el divorcio, el matrimonio, los hijos legítimos e ilegítimos, la calvicie, la barriga, la histeria, las pastillas, el mal aliento, las jornadas de 14 horas, el crédito, la “flexibilización” laboral, la “carrera”, el erotismo de oficina, la drogadicción de fin de semana, el “desarrollo”, la nación de “clase media”, urbanización, espiritualismo new age, vacaciones en la montaña, volver a las raíces, disfunción eréctil, parientes con cáncer, el emprendimiento, los bares con putas, etc

¿Quién no va a querer ganarse semejante lotería?

-------------------------------------------------------------------------------------------
Ocupado. Días de mierda en el horizonte. Bad Moon Rising.
Fuerte envidia a la capacidad que tienen algunas personas de funcionar con 4 horas de sueño. Pocas películas, poca música, pocos libros. Así es como la gente se vuelve más y más idiota. “Trabajar más para ganar más” dice Sarkozy. Flácido slogan para flácidos tiempos.

----------------------------------------------------------------------------------------------
El antiesteticismo como culto a la espontaneidad y la legitimidad personal. Toda esa cosa primal, ropa fea y vieja porque soy 4real. No una loca bien vestida, sino un barrigón en camisas arrugadas y comprometido con la verdad.
La moda es detestable por supuesto, pero lo más fácil e idiota siempre es actuar como reacción en contra de…
La legitimidad es una mierda, seriedad afectada, caras de culo, fealdad que se regodea en sí misma. Mejor encontrar a las personas a través del juego, el viejo arte de una conversación distendida e ingeniosa donde cada cuál sabe de antemano el rol que le corresponde y lo interpreta lo mejor que puede.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Flasbacks

En los años 50 la “tradición de calidad” del cine francés representaba todo lo tedioso y arcaico del cine para la emergente nueva ola francesa que se erigió como la antitesis de esta tradición. La prolijidad, el buen gusto, la fluidez narrativa, el aura de “relevancia” succionado de la literatura etc. Todos pilares de esa praxis cinematográfica que aún hoy podemos ver reflejada en las “prestigiosas” películas que ganan muchos oscares.


En los 70s el punk es también (entre muchas otras cosas) una reacción ante la “tradición de calidad” del rock progresivo o al menos ciertas vertientes de este. En vez de la literatura, el progresivo intenta succionar el prestigio de la música “clásica” y sus valores de virtuosismo.



Hoy

Este culto a la “calidad” es en cierta forma la expresión práctica de lo que se llama el “gusto natural”. Esto es una serie de valores asumidos e interiorizados que cualquier persona “entendida” y de “buen gusto” asume como criterios para definir lo que es bueno. Al ser obvio y evidente que lo que es bueno es bueno, no hay ninguna necesidad de exponer los criterios del juicio, criterios que son universales y eternos. Por lo tanto el culto a la “calidad” y la obra que se autoerige como de “calidad” nos restriega en la cara de manera bastante evidente la exquisitez y habilidad de su construcción, su carácter edificante y su guiño cómplice que nos congratula por nuestro buen gusto.
Por eso aún se escucha a personas hablando sobre la necesidad de que una grabación musical tenga “fidelidad” y esté bien mezclada. Esto para que dicha grabación se programe en un espacio que se autodefine como “alternativo”. “Es como si el punk nunca hubiera pasado”.

Pero esto aunque parezca contradictorio no lo es tanto porque para el escucha que cree en los valores de la prolijidad, la coherencia, la buena mezcla y la pulcra interpretación, esto representa una alternativa ante la supuesta banalidad y chapucería de la cultura de masas y las expresiones artísticas de pretensiones más o menos modernas. Es decir la “calidad” siempre es una defensa y un lugar seguro de valores inmutables.
Quizás lo más tedioso de este culto a la calidad es el fracaso en comprender las funciones y los potenciales expresivos de todo aquello que no sea parte de los valores universales del “gusto natural. La ineptitud del virtuosismo progresivo consiste en querer darle un aura clásica a la música popular en lugar de construir su propio camino a partir de los efectos que podía generar, es decir a partir de lo nuevo, de su movimiento de ruptura. Ante esto la estética de la “calidad” se mantiene como algo que validad y otorga nobleza a distintas expresiones artísticas consumidas muchas veces por la clase media y por sectores como los universitarios (que en realidad siempre tienden a ser bastante “middlebrow”). De ahí frases como “La música es cultura. El reggaetón no es música”, o el tedio de concepciones como “es pop pero tiene mensaje”. Porque siempre la calidad nos “dice algo”, nos “edifica” y lo hace de manera insidiosa, ya que no exige ningún esfuerzo, ninguna lectura, simplemente nos invita a regodearnos en los placeres eternos e inmutables del “buen gusto”.