lunes, 17 de septiembre de 2007

Flasbacks

En los años 50 la “tradición de calidad” del cine francés representaba todo lo tedioso y arcaico del cine para la emergente nueva ola francesa que se erigió como la antitesis de esta tradición. La prolijidad, el buen gusto, la fluidez narrativa, el aura de “relevancia” succionado de la literatura etc. Todos pilares de esa praxis cinematográfica que aún hoy podemos ver reflejada en las “prestigiosas” películas que ganan muchos oscares.


En los 70s el punk es también (entre muchas otras cosas) una reacción ante la “tradición de calidad” del rock progresivo o al menos ciertas vertientes de este. En vez de la literatura, el progresivo intenta succionar el prestigio de la música “clásica” y sus valores de virtuosismo.



Hoy

Este culto a la “calidad” es en cierta forma la expresión práctica de lo que se llama el “gusto natural”. Esto es una serie de valores asumidos e interiorizados que cualquier persona “entendida” y de “buen gusto” asume como criterios para definir lo que es bueno. Al ser obvio y evidente que lo que es bueno es bueno, no hay ninguna necesidad de exponer los criterios del juicio, criterios que son universales y eternos. Por lo tanto el culto a la “calidad” y la obra que se autoerige como de “calidad” nos restriega en la cara de manera bastante evidente la exquisitez y habilidad de su construcción, su carácter edificante y su guiño cómplice que nos congratula por nuestro buen gusto.
Por eso aún se escucha a personas hablando sobre la necesidad de que una grabación musical tenga “fidelidad” y esté bien mezclada. Esto para que dicha grabación se programe en un espacio que se autodefine como “alternativo”. “Es como si el punk nunca hubiera pasado”.

Pero esto aunque parezca contradictorio no lo es tanto porque para el escucha que cree en los valores de la prolijidad, la coherencia, la buena mezcla y la pulcra interpretación, esto representa una alternativa ante la supuesta banalidad y chapucería de la cultura de masas y las expresiones artísticas de pretensiones más o menos modernas. Es decir la “calidad” siempre es una defensa y un lugar seguro de valores inmutables.
Quizás lo más tedioso de este culto a la calidad es el fracaso en comprender las funciones y los potenciales expresivos de todo aquello que no sea parte de los valores universales del “gusto natural. La ineptitud del virtuosismo progresivo consiste en querer darle un aura clásica a la música popular en lugar de construir su propio camino a partir de los efectos que podía generar, es decir a partir de lo nuevo, de su movimiento de ruptura. Ante esto la estética de la “calidad” se mantiene como algo que validad y otorga nobleza a distintas expresiones artísticas consumidas muchas veces por la clase media y por sectores como los universitarios (que en realidad siempre tienden a ser bastante “middlebrow”). De ahí frases como “La música es cultura. El reggaetón no es música”, o el tedio de concepciones como “es pop pero tiene mensaje”. Porque siempre la calidad nos “dice algo”, nos “edifica” y lo hace de manera insidiosa, ya que no exige ningún esfuerzo, ninguna lectura, simplemente nos invita a regodearnos en los placeres eternos e inmutables del “buen gusto”.

3 comentarios:

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Concuerdo plenamente de que en Uruguay, en lo que se refiere a la grabación, producción y mezcla de la música, el punk es como si nunca hubiese existido.
A mi me parece que el punk tuvo el mismo karma que muchas otras corrientes artísticas, que por su aparente simplicidad se piensa que es de menor calidad, o en el mejor de sus casos, de menor seriedad. Creo que es algo que sin embargo no se le puede culpar íntegramente al clasicismo de la música uruguaya (todo ese jazzdombe super virtuoso y con sus cosas buenas, pero que irredimiblemente fue cayendo en los efectismos del resto de la música progresiva más intelectualmente grasa), sino que también tienen cierta culpa las mismas bandas punk, que se vieron incapaces de reinventarse sin quedar por fuera del género (aún bandas que aprecio mucho como Los Estómagos, con el tiempo fueron dejando la herencia postpunk de Tango que me hiciste mal y No habrá condenado que aguante y, como todos sabemos se fisionó, quedando como resultado esa banda light que lleva el nombre de ave carroñera y por la parte del hueso, la otra ave antropomorfa que si bien era un proyecto mucho más ambicioso, se quedó medio encorsetado por las capacidades expresivas de sólo una voz y un piano). Con Traidores lo mismo, aunque acepto de buena gana su viraje hacia Radio Babilonia y En la profunda noche, debemos reconocer que la veta punk se fue deshaciendo con el tiempo. Todo da la impresión de que el punk no es cosa seria, que es como esos ritos de iniciación que son necesarios para deshecharlos en el futuro y optar por algo más elevado. Y el problema es que si uno ve su entorno se da cuenta de que quienes se mantiene en el punk (onda LSDVK), quedan en ese problema de no reinventarse, y quedarse con los esquemas básicos del punk for dummies. Creo que ese es el problema con la música cruda, low fi y desafiante en Uruguay: no ha encontrado la vuelta de tuerca para justificar su sonido como algo más allá de una cuestión circunstancial de dinero, capacidad de interpretacion y tiempo.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Ah, por si no se fijó en mi respuesta a su comment en mi blog, el código del disco de The Radio Department es:
nodatta.blogspot.com

Escúchelo y si le parece, coméntemelo

cotox dijo...

Sí, estoy de acuerdo con vos en esta cuestión del punk básico y primitivo como una callejón sin salida estético. A lo que me refería en el post más que nada es a la manera en que la música popular en ocasiones ha intentado robar un poco de "prestigio" de fuentes como la música "culta" en vez de desarrollar fortalezas íntrinsecas. Además existe el prejuicio clasicista de que la complejidad es sinónimo de calidad. Ya que mencionás el post punk, por ejemplo, PIL o The Pop Group son tan arty como Yes o Emerson Lake and Palmer pero no necesitan apelar al virtuosismo tal como lo entiende el prog. Y en cuanto a la música crudad ahí también se puede dar un prejuicio en donde se resalta la "espontaniedad" y la "rudeza" por sobre la estilización y lo calculado, lo cual creo que es otro error solo que del lado opuesto al que planteo en el post

El disco de Radio Dept no lo he escuchado pero promete ya que con las influencias que tienen y las canciones que escuché parece que me dan en el G spot musical